National City, Calif., una de las ciudades étnicamente más diversas y pobladas del condado San Diego, tiene un sentido de “familia” y lo que podríamos llamar “bayanihan”. Bayanihan es un valor filipino que abarca un espíritu de unidad, trabajo y cooperación comunales para lograr un objetivo compartido. Esos conceptos son parte integral de los esfuerzos de la ciudad durante la última década para crear una mejor salud y bienestar para todos.
Las personas aquí describen una comunidad en la que todos tienen una conexión con todos los demás, incluso si no se conocen directamente. Generaciones de familias permanecen en la ciudad, viviendo en el mismo vecindario o trabajando juntas en el mismo lugar, en el puerto, escuelas, base naval o en una de las muchas pequeñas empresas.
“Estoy muy orgullosa de decir que soy de tercera generación, mis hijas son de cuarta y esta es mi casa”, dijo la alcaldesa de la ciudad, Alejandra Sotelo-Solís.
El sentido de conexión y cooperación ha resultado en una comunidad que se enfoca sin descanso en fortalecerse a sí misma para que todos puedan prosperar, ahora y en el futuro.
De acuerdo con “bayanihan” y “familia”, en años recientes National City ha permitido que sean sus residentes, independientemente de su idioma preferido o estatus inmigratorio, quienes decidan la manera en que la ciudad se expande. Las nuevas políticas requieren que las reuniones del consejo de la ciudad, de las que muchos residentes se sintieron excluidos en el pasado, incluyan interpretación de español-inglés, y el gobierno de la ciudad eliminó los requisitos de ciudadanía para que los residentes sirvan en juntas y comisiones. La meta es crear una ciudad en donde todas las voces cuenten.