Esta ciudad, ubicada en la rivera del Tar River, vivió tiempos de prosperidad a principios de la década de 1900, impulsada por el trabajo ferroviario y los trabajos en el procesamiento de tabaco y textiles. En la década de 1960, una caída constante en esas industrias clave provocó un vaciado del centro de la ciudad.
Creando una Cultura de Salud, los socios comunitarios están haciendo la conexión entre trabajos de calidad, viviendas asequibles, desarrollo económico y equidad racial. La ciudad está proporcionando fondos iniciales para que las comunidades identifiquen casas para su renovación y está creando un sistema para que esos fondos se canalicen de regreso a los vecindarios.
“La salud es la suma de todas nuestras experiencias de vida”, dijo Reuben Blackwell, miembro del Concejo de la ciudad y presidente de OIC, que ofrece servicios educativos, capacitación laboral, soporte conductual, y atención médica de primera mano.
Rocky Mount ha comenzado también a hacer frente a la inequidad racial como obstáculo a la buena salud. En 2017, tras los disturbios en Charlottesville, Va., la Comisión de Derechos Humanos sostuvo una serie de diálogos comunitarios sobre raza e historia en Rocky Mount, lo que llevó a un debate sobre la eliminación de una estatua confederada del histórico Battle Park. Después de la muerte de George Floyd en 2020 y una protesta pacífica en el sitio del monumento, el Concejo local inmediatamente tomó medidas para su remoción.
Los residentes de Rocky Mount están cambiando la manera en que se hacen las cosas y se muestran optimistas ante el futuro. “Por mucho tiempo no teníamos nada qué esperar”, dijo Cole. “Pero tenemos esperanzas en este momento”.